En este número de CLÍO recogemos el legado de varios personajes destacados de la Historia. El primero de ellos es Carlomagno. El que fuera el hombre más poderoso de Occidente no llegó al trono por legítima ascendencia, si no que su abuelo y su padre consiguieron hacerse con él, brindándole un futuro único, que él supo aprovechar y dar inicio así a la futura Europa. Un destino que tiene mucho que ver con el emperador Justiniano, que puede considerarse el hombre que inauguró la nueva Roma.
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